Descripcion
“¡Una milanesa a la napolitana, una, para la mesa cinco!”, gritó el camarero en dirección a la cocina donde se encontrabael célebre Chef, Rodolfo Monti, probando su famosa receta de “Spaghetti a la putanesca con salsa de ortigas”.
“¡Mmmh questo é eccellente, straordinario, splendido, incomparabile!”, se extasiaba el cocinero mientras un largo spaghetti “al dente” desaparecía, ruidosamente aspirado, dentro de su boca.
¡Dos lasañas a la boloñesa, dos, para la siete!”, volvió a gritar un nuevo pedido el matre d’hotel.
“¡Aspetta un po’, io non sono una macchina!”, se enojaba el maestro mientras probaba un sexto spaghetti chorreando jugo.
“¡Humm, questo incommensurabile, squisito, eccezionale, favolosi!” repetía con la boca llena al mismo tiempo que mojaba un trocito de pan en la preciada salsa y se limpiaba los bigotes con el revés de la manga.