Descripcion
El contable Angel Milicic le tiene fobia a las calculadoras, pero su jefe le obliga a trabajar con ellas. Sin embargo, él no le hace caso, prefiere el cálculo mental. “Una multiplicación, una división o un porcentaje se hacen mucho más rápido contando con los dedos que con una máquina”, afirma Milicic. Es verdad, no siempre acierta con los balances de fin de año, o con los impuestos, o con los salarios, o con el pago a los proveedores, pero su método le mantiene la mente ágil y despierta, como le recomendó su médico de cabecera, y eso… eso es lo más importante.