Descripcion
Mi problema es el frío. En invierno, apenas salgo de casa, se me forman estalactitas en la nariz. Los dedos me duelen y las orejas me hacen mal. Cuando Mick, mi hermano mayor, me dijo que iba a empezar a jugar a hockey sobre hielo, creí que se había vuelto loco, no lo podía creer, alguien que yo admiraba tanto había perdido un tornillo. El primer partido que jugó, fui a verlo con Elizabeth y Carol, nuestras vecinitas. Apenas empezó el evento, nuestras dos amigas comenzaron a cantar para animar al equipo de Mick y, a medida que pasaban los minutos, se excitaban más y más. Cada vez que él tocaba el disco, ellas pegaban saltitos de alegría, daban unos enormes chillidos coreando su nombre y mirándolo embobadas. Todo esto a pesar de que mi hermano tiene la cara repleta de acné, aparato en los dientes, y unas orejas a lo Dumbo. Al término del encuentro, fui a buscar una ficha para inscribirme en el equipo. Después de todo… en el estadio no se siente para nada el frío.