Descripcion
El millonario Marcelo Castaño poseía numerosos automóviles de colección, pero el que más le gustaba era el Cabriolé color crema del año 52. Su mujer detestaba ese coche y un día tuvo la fatal idea de dar un ultimátum a su esposo: ‘Vas a tener que elegir, ese coche o yo’, dijo. Fue una frase, sólo una frase pero lo suficientemente certera como para que el millonario tomara conciencia de lo equivocado que estaba y no tardara en reparar su error. Una semana más tarde ya había conocido a una rubia despampanante de 25 años que confesó haberse enamorado de él a primera vista y que, además, adoraba pasearse en el antiguo Cabriolé haciéndole mimitos. No había ninguna duda: Castaño era un verdadero ‘Don Juan’.