Descripcion
Gracias a su nuevo Ford Mustang de colección, Charly estaba seguro de que la hermosa Ellen aceptaría su invitación a pasear por los acantilados de la costa, un lugar ideal para seducirla. Detuvo el coche al borde del mar y pasó un brazo sobre los hombros de Ellen. La joven lo miró tiernamente y ambos se confundieron en un apasionado beso. El Big-Bang del comienzo del universo no fue nada comparado a lo que sintió Charly en ese momento. El escarlata que los labios de Ellen dejaron marcado en su mejilla era el mejor trofeo que podía mostrar a sus amigos. Además, el rojo hacía juego con su descapotable y era el color de su equipo favorito de fútbol. Un día perfecto.