Descripcion
Cuando me reúno con mis amigos en el bar, siempre se ríen de mi pequeña barriga. “A quién vas a seducir con esa cinturita de hipopótamo?”, me dicen risueños. “Tú y tu moto estáis out, pasados de moda”, y se ríen como locos.
Ni se imaginan lo contenta que se puso Betty cuando la invité a dar una vuelta en mi máquina. “Las motos retro me fascinan”, dijo, y se subió detrás apretándose contra mi espalda. “Venga, Bichito, arranca rápido, que me encanta”. Yo no lo podía creer, ese cálido cuerpo apoyado contra el mío era el de la muchacha más codiciada del barrio. Me detuve frente al bar, di dos fuertes acelerones, miré hacia adentro entrecerrando los ojos con aire de superioridad y esbocé una sonrisa burlona. Sólo con ver las caras de los muchachos me di cuenta de que durante varias noches tendrían serios problemas para conciliar el sueño.